
La Cervecería de Koningshoeven, es la única cervecería trapense de los Países Bajos. Allí se desarrollan y elaboran, en colaboración con los monjes trapenses de la Abadía de Nuestra Señora de Koningshoeven, todas las cervezas La Trappe desde 1884. En todo el mundo existen únicamente siete cervezas trapenses. Seis de ellas son belgas y una, La Trappe, es holandesa. La cerveza sólo puede llevar el calificativo de "cerveza trapense" si se elabora en un monasterio trapense bajo la supervisión y la responsabilidad de los monjes. Una parte de los beneficios obtenidos por las cervezas La Trappe se remiten a monasterios de Indonesia y Uganda, los cuales se derivan del de Koningshoeven.
Quienes la elaboran han sabido combinar lo antiguo con lo moderno, utilizando ingredientes tradicionales con métodos actuales de producción y control de calidad en la fabricación de cerveza. Las cervezas La Trappe tienen una fermentación posterior en botella lo que produce un sabor único y complejo que le otorga una vida más duradera.